lunes, 1 de agosto de 2016



CISTITIS. CUIDADOS PARA MANTENER UNA VEJIGA SANA


Uno de los aspectos más importantes en nuestra vida es mantener nuestra salud, aunque la gran mayoría de las personas olvidan cuidar de ella, ya sea por el ritmo de vida que llevan o porque no le dan la importancia que merece. En otros casos, hay quienes si tratan de alimentarse adecuadamente y llevar una dieta que les permite mantener rigurosamente saludable su organismo.
Es un reto que debemos proponernos, ya que es un aspecto básico que podemos llevar a cabo tomando las decisiones correctas y poniendo un poco de esfuerzo. Todos nuestros órganos son importantes y necesarios, y uno de ellos es la vejiga, un órgano que no es tomado mucho en cuenta. Y muchos nos preguntamos, para qué sirve este órgano.
Hay que mantener nuestra vejiga sana, ya que esta se encarga de recibir la orina de los uréteres y expulsarlo al exterior del cuerpo mediante la uretra. Su principal función es actuar como una bolsa de almacenamiento de la orina que es producida a su vez por los riñones. La vejiga al ser un órgano muscular y membranoso es parte del aparato urinario de los mamíferos.
Esta pequeña bolsa está compuesta por tres capas: la capa serosa, la capa muscular y la capa mucosa. La capacidad fisiológica de este órgano está compuesta por 300 y 350 centímetros cúbicos, esta capacidad aumenta hasta incrementarse cerca de los 3 litros cuando se produce la retención de orina, cuando se sufre de cistitis o en el peor de los casos cáncer de vejiga; que actualmente es más común en hombres que en mujeres, ya que la salud de este órgano está directamente vinculada con la salud de la próstata.
Este órgano es muy delicado y debemos mantenerlo saludable, por ello, hablaremos acerca de cómo podemos mantener nuestra vejiga sana. Con la finalidad de evitar enfermedades habituales que se producen en el organismo y que afectan a nuestra vejiga tales como la cistitis que es una inflamación temporal que produce fiebre, dolor intenso y también debilidad.


Cistitis. Qué es?

La cistitis es una infección bacteriana de las vías urinarias bajas. Una infección que provoca una inflamación de la vejiga y de la uretra. Entre un 20 y un 40% de las mujeres sufrimos, al menos una vez en la vida, este tipo de infección. Para algunas, las cistitis suelen sobrevenir con cierta regularidad. Estamos hablando de las mujeres jóvenes, sexualmente activas.
Las bacterias presentes en el ano pueden llegar a la uretra y a la vejiga. La orina constituye un medio propicio para la multiplicación de las bacterias. Una infección puede desarrollarse a nivel de la vejiga y provocar una inflamación: la vejiga se irrita, de ahí los dolores, y no tolera más la presencia de orina, de ahí su eliminación continua y en pequeñas cantidades.

Por qué es una infección que afecta principalmente a la mujeres

La cistitis es una de las inflamaciones más frecuentes e incómodas y se convierte en una de las principales causas de las visitas al ginecólogo. Las mujeres son el grupo demográfico más propenso a sufrir de cistitis.
Las mujeres son más propensas a contraer infecciones urinarias, debido principalmente a dos características anatómicas: Una uretra más corta que la del hombre y más próxima al ano. La suma de ambas características hacen que las mujeres seamos mucho más propensas a infecciones. Debido a esto, las mujeres también tenemos mayor probabilidad de padecer una infección de orina después de mantener relaciones sexuales.
Casi todas las mujeres sufren de cistitis en algún momento de nuestras vidas, y una de cada cinco mujeres que han sufrido de cistitis volverá a padecer de esta condición en el futuro.
Las causas


La bacteria E.coli, que se encuentra normalmente en el intestino, es una de las principales causas de la cistitis. Pero si logran llegar hasta la uretra es cuando se produce la infección.
Así, las bacterias de la cistitis pasan del ano a la vagina, y de esta a la uretra. Una vez han entrado a la uretra, las bacterias ascienden hasta la vejiga urinaria, donde, si los mecanismos de defensa del organismo no actúan correctamente, se multiplican y provocan una infección. Esta infección es la que conocemos como cistitis.

Tipos de cistitis

Hay muchos tipos de Cistitis pero las más comunes son:
  • Cistitis intersticial / Cistitis crónica: La cistitis intersticial o cistitis crónica es una inflamación de la vejiga prolongada en el tiempo. Los síntomas son similares a los de una cistitis no crónica, por lo que a menudo este tipo de cistitis no se diagnostica correctamente.
  • Cistitis hemorrágica: Se denomina cistitis hemorrágica a la inflamación de la vesícula en la que hay presencia de sangre en la orina. La quimioterapia puede producir cistitis hemorrágica en enfermos de cáncer, aunque las causas de esta cistitis son muy diversas.
  • Cistitis en el embarazo: Durante el embarazo es habitual que la mujer sufra cistitis. Los cambios producidos por el embarazo en el cuerpo de la mujer, la hacen más propensa a padecer cistitis. Concrétamente, estos cambios rebajan su eficiencia del sistema urinario para evacuar la orina, y el riesgo de infección aumenta.

Medidas preventivas

La cistitis, es decir, la presencia de bacterias en la vejiga, es un tipo de infección urinaria muy frecuente, especialmente en las mujeres. Los factores que provocan la aparición de una cistitis son hoy en día bien conocidos. Estos son algunos consejos básicos para prevenir la cistitis:
  • Orinar cada vez que se tengan ganas, vaciando completamente la vejiga. No aguantarse ni demorar el hecho de orinar.
  • Orinar tras hacer el amor para eliminar los gérmenes.
  • Evitar una exagerada higiene íntima, puesto que agrede a las mucosas y las fragiliza.
  • Evitar el estreñimiento, con el fin de disminuir la reproducción de microorganismo en el recto y por tanto la contaminación de la zona perineal.
  • Después de defecar, siempre limpiar el ano de delante hacia atrás y no a la inversa, para evitar que bacterias del intestino puedan pasar a la vagina y luego a la uretra.
  • Beber agua abundantemente -de 2,5 a 3 litros cada día-, para favorecer la eliminación de las bacterias que se puedan acumular en la vejiga.
Ducharse en vez de bañarse. Después de ducharse, secar bien la zona genital con una toalla limpia para evitar la humedad.
  • No permanecer sentada durante mucho tiempo con ropa mojada (bañador).
  • Utilizar ropa interior de algodón que favorezca la ventilación de la zona genital, cambiándola cada día.
  • Evitar los vestidos muy apretados (pantalón, slips, tanga…) y los materiales sintéticos.
  • Durante la regla, es preferible utilizar tampones y evitar el uso de compresas higiénicas.
  • Acudir a una consulta médica ante signos de sospecha de cistitis: ardor, molestia o sensación de arenilla al orinar; necesidad urgente de ir al baño; orina turbia, maloliente e incluso sanguinolenta; sensación de deseo de querer orinar más una vez se ha finalizado la micción.

Los síntomas

Entre los síntomas habituales de la cistitis se encuentran:
  • El principal síntoma de la cistitis es un incontrolable deseo de orinar frecuentemente.
Sensación de picor-ardor-escozor-quemazón al orinar
  • Sensación de tener ganas imperiosas de orinar y no poder
  • Presencia de pus en la orina
  • Orina de aspecto anormal
  • Olor fuerte o desagradable en la orina.
  • Presencia de sangre en la orina
  • Sensación de dolor
  • Presión y dolor en el pubis
  • Dolor al mantener relaciones sexuales

Cistitis y Sexo

A continuación se presentan algunos consejos relacionados con el sexo para prevenir la cistitis:
  • Lava tus genitales y manos antes y después de tener relaciones sexuales.
  • Usa lubricante para evitar la irritación en los genitales.
  • Después de tener sexo, asegúrate de vaciar por completo tu vejiga para eliminar cualquier tipo de germen y bacterias.

Diagnóstico

Una vez hecha una evaluación de los síntomas de cada mujer, hay distintas pruebas que descartan o confirman el diagnóstico:
  • Citología
  • Análisis de orina
  • Cultivo de orina (urocultivo)
  • Biopsia de la pared de la vejiga


    El tratamiento de la cistitis


La cistitis es mucho más frecuente en las mujeres que en los hombres, porque el acceso desde el exterior hasta nuestra vejiga es mucho más corto que en el varón, y está más expuesta a las infecciones. De todos modos, hay mujeres más propensas que otras. En estos casos, hay que acudir a la/el médic@ lo antes posible.
Si no se trata la cistitis, el dolor se extiende por detrás a la espalda y por delante al vientre, pudiendo llegar a alcanzar la inflamación a los riñones. Con frecuencia aparece también la fiebre y una sensación de malestar general parecida a un gripazo.
Cuando se trata con prontitud, el proceso es sencillo y breve. Pero si hemos dejado extender la infección, el tratamiento es más largo y latoso.
El tratamiento necesita antibióticos, al igual que para cualquier otro tipo de infección de origen bacteriano.
El tratamiento puede incluir también:
  • Fármacos que cubren la vejiga: se toman oralmente para recubrir y proteger la vejiga.
  • Antidepresivos y analgésicos: para aliviar el dolor.
  • Antihistamínicos: pueden ayudar a detener el ciclo de inflamación.
  • Antiespasmódicos: pueden aliviar la frecuencia y la urgencia de la micción.
Además de seguir el tratamiento médico, es conveniente llevar a cabo una serie de medidas que ayudan positivamente, tales como lavarse diariamente con agua caliente el área vaginal. Utiliza compresas en lugar de tampones y no te apliques polvos de talco ni desodorantes vaginales.

CUIDADOS PARA UNAS VEJIGA SALUDABLE

Incluir determinados alimentos en la dieta y eliminar otros que contribuyen a la inflamación de la vejiga puede ayudar a eliminar los síntomas de la cistitis.
BEBER AGUA EN ABUNDANCIA
Beber agua en abundancia, ya que el líquido evita la acumulación de bacterias.
La manera de prevenir una cistitis es haciendo el ambiente más hostil a la colonización bacteriana dentro de la vejiga. No sólo se puede tratar la infección con antibióticos sino que se puede evitar que el germen se adhiera a la vejiga. El arándano rojo es un buen método para lograrlo. Sus propiedades han determinado que una de sus sustancias hace que los gérmenes de ámbito intestinal no se peguen a la vejiga urinaria. Lo que hacen es mantenerse en flotación en la orina y son expulsados con la micción. El arándano rojo hace un papel de ayuda. El zumo de arándanos o tabletas de arándanos y la vitamina C aumentan la acidez de la orina, dificultando la proliferación bacteriana. Beber adicionalmente unos 0,3 litros de jugo de arándano rojo (solo o diluido con agua) al día. Estas bayas contienen sustancias (las proantocianidinas) que alisan y suavizan la pared interior de la vejiga de tal forma, que las bacterias dañinas ya no pueden arraigarse. Un estudio publicado en el British Medical Journal, señala que sólo el 16 por ciento de todas las mujeres que bebieron jugo de arándano cada día, sufrieron en los siguientes días una reaparición de la infección. En el grupo de control (mujeres que no bebían jugo de arándano) el porcentaje era a dos veces más alto. El arándano rojo contiene sustancias antioxidantes (proantocianidinas, clase específica de flavonoides-polifenoles) de acción antimicrobiana que impiden que las bacterias se adhieran a las paredes del tracto urinario. Es muy eficaz frente a las infecciones de orina recurrentes y en las cistitis.

Ginecología
Consumir alimentos que tengan efectos anti-bacterianos, como el orégano, el tomillo, el rábano o la capuchina. Estos alimentos se pueden integrar fácilmente en las comidas diarias. Una alternativa, es tomar su extracto natural en forma de suplementos dietéticos.

TENER CUIDADO CON LAS BEBIDAS ALCOHÓLICAS
Como todos sabemos el principal consejo para mantener nuestra vejiga sana es tener una buena alimentación, ya que el consumo de ciertos alimentos ocasiona efectos negativos y graves en nuestra vejiga tales como lesiones que surgen por ejemplo por el alcoholismo crónico.
EVITAR EL TABACO Y EL CAFÉ EN EXCESO
El tabaco y el café son un factor determinante qué afecta nuestra vejiga, pues tienen componentes químicos que afectan el órgano, por esa razón, es importante evitar y controlar la ingesta de bebidas alcohólicas y del café. Nada en exceso, probablemente si no evitamos estos vicios en un futuro podemos sufrir de peritonitis.
EVITAR LOS DULCES PROCESADOS
Se debe evitar el consumo de los edulcorantes artificiales, que mediante estudios llevado a cabo se han comprobado que irritan la vejiga. Los edulcorantes artificiales se encuentran en los refrescos de dietas y algunos alimentos dietéticos.
EVITAR LOS CÍTRICOS EN EXCESO
Los alimentos y frutas que sean cítricas se deben consumir con moderación, estas irritan la vejiga, algunos de esos alimentos son: la naranja (La naranja también puede ser buena en caso de cistitis, pero hay casos en los que no funciona bien), el limón, el tomate, la piña, las uvas agrias. Estas son algunas de las frutas que en excesos molestan este órgano. Tengamos muy presente controlar el consumo, esporádicamente y con mucha regulación sería lo ideal.

REALIZAR ALGUNA ACTIVIDAD FÍSICA
Por último, debemos de incluir actividades diarias, la realización de ejercicios para evitar la retención de líquidos que se acumulan en la parte baja de nuestro cuerpo. Al realizar caminatas y ejercicios estos líquidos se van diluyendo y así nuestra vejiga no se ve afectada.



1 comentario:

  1. Excelente artículo. Mis felicitaciones por tu blog y espero seguir aprendiendo a través de él

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