jueves, 25 de agosto de 2016

BRÓCOLI, EL ORO VERDE


El brócoli es un miembro de la familia de los vegetales crucíferos cuya palabra significa “rama” o “brazo” por sus tallos en forma de cruz que parecen pequeños árboles con floretes. Tiene su origen en los países de Oriente Próximo bañados por el Mediterráneo oriental. Fue un alimento muy utilizado entre los romanos y por ello es muy popular en Italia. Su uso se originó en Francia en el siglo XVI y en Inglaterra en el siglo XVII, pero hasta el siglo XX no comenzó su cultivación comercial en Estados Unidos, país que se ha convertido en el mayor productor mundial.

   

Composición y propiedades

   
Gran variedad y cantidad vitamínica.

Es una fuente excelente de vitamina C, ácido fólico y niacina, y una buena fuente de provitamina A (beta-caroteno), vitamina B1 y E. La vitamina A contribuye al mantenimiento de los tejidos corporales, favorece la resistencia a las infecciones, es necesaria para el correcto desarrollo del sistema nervioso y para la visión e interviene en el crecimiento. La vitamina C forma el colágeno, huesos y dientes, glóbulos rojos y favorece la resistencia a las infecciones y la absorción de ciertos nutrientes de los alimentos.


Gran cantidad de potasio.

Interviene en la transmisión y generación del impulso nervioso, en el funcionamiento de la actividad muscular normal, así como en el equilibrio de agua dentro y fuera de la célula.
   
Rico en magnesio.

Se relaciona con el funcionamiento del intestino, nervios y músculos, forma parte de huesos y dientes, mejora la inmunidad y posee un suave efecto laxante.
   
Altos niveles de yodo.

Es un mineral indispensable para el buen funcionamiento de la glándula tiroides, que produce las hormonas tiroideas. Éstas intervienen en numerosas funciones metabólicas, como el mantenimiento de la temperatura y del metabolismo corporal. También el yodo es esencial en el crecimiento del feto y en el desarrollo de su cerebro.

   

¿Para qué es bueno?

   
Alto poder anticancerígeno. 

Esto se debe principalmente a uno de los componentes más abundantes en este alimento que son los glucosinolatos. Previene contra el cáncer de estómago, cáncer de colón, cáncer de mama, cáncer de hígado e incluso disminuyen los cánceres producidos por el humo del tabaco como el cáncer de boca o el cáncer de pulmón.
   
Detoxificante y anticelulítico.

Consumir brócoli estimula la actividad del hígado purificando la sangre de toxina que repercute en la salud total del organismo. Esta mejora se manifiesta exteriormente en la piel.
   
Alcalinizante, regulador del PH. 

Este alimento tiene un gran grado de alcalinidad. Es importante incluir alimentos alcalinos para equilibrar el PH de la sangre y defenderse mejor frente a las enfermedades.
   
Antiinflamatorio y bueno para el sistema digestivo.

Contiene además de ácido fólico abundantes cantidades vitaminas del grupo B como la piridoxina que ayuda a disgregar los alimentos favoreciendo la digestión. Comer brócoli ayuda a resolver problemas de indigestión y a mantener una flora intestinal saludable.
   
Cardiosaludable.

Gracias a su alto contenido en potasio y su bajo contenido en grasa. Además es bueno para incluir en las dietas por la fibra que contiene y su efecto saciante. Al ser rico en ácido fólico es bueno para prevenir malformaciones en el feto, ayuda a la correcta absorción del hierro, prevé de enfermedades cardiacas y mantiene un buen estado mental y emocional.
brócoli cardiosaludable
   
Protege los ojos. 

La luteína que contiene protege al ojo de las enfermedades degenerativas como las cataratas y otras dolencias de la visión relacionadas con la edad.
   

¿Cómo consumirlo?

   
Es importante señalar que el brócoli es mejor cuando se come crudo porque la preparación y cocción destruye algunos de sus antioxidantes.

En caso de cocinarlo debemos tener en cuenta que no hay que dejarlo en remojo. Lo correcto es lavar los brotes bajo un chorro de agua y cocerlos con poca cantidad de agua hirviendo. No debe hervirse durante mucho tiempo ya que pueden perderse sus vitaminas. Se debe refrigerar rápidamente ya que si no se pondrá fibroso y leñoso. En el momento de preparación no olvidar desprenderles de la piel dura que los recubre

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