IMPORTANCIA DE LAS VITAMINAS EN LA NUTRICION
Las vitaminas son uno de los mitos de la alimentación.
Cuando uno se siente débil suele recurrir a ellas. Y es que estas sustancias
orgánicas que se encuentran en los alimentos son imprescindibles en los
procesos metabólicos que tienen lugar en la nutrición de los seres vivos.
Al contrario de lo que se cree no aportan energía, pero sin
ellas el cuerpo humano no puede aprovechar los elementos energéticos
suministrados por la alimentación. Las células son las más beneficiadas por las
vitaminas porque éstas sirven para elaborar enzimas que regulan las reacciones químicas
de las que viven las células.
Aunque la mayoría de las vitaminas se obtienen de una buena
alimentación, ya que el organismo no puede sintetizarlas, hay excepciones: la
vitamina D se puede formar en la piel con la exposición a la luz solar, y las vitaminas
K, B1, B12 y el ácido fólico, se forman en pequeñas cantidades en la flora
intestinal.
Vitaminas Liposolubles
Son las vitaminas A, D, E, K y F y se denominan liposolubles
porque se disuelven en grasas y aceites. Se almacenan en el hígado y tejidos
adiposos, por lo que es posible, tras un aprovisionamiento suficiente,
subsistir una época sin ellas. Si se consumen en exceso (más de 10 veces las
cantidades recomendadas), pueden resultar tóxicas.
Vitamina A - (retinol): sólo se encuentra como
tal en alimentos de origen animal, aunque en los vegetales se encuentra como
provitamina A, en forma de carotenos. Los distintos carotenos se transforman en
el cuerpo humano y se almacenan en el hígado y en el tejido graso de la piel,
por lo que es posible subsistir largos periodos sin su aporte. Su labor
principal es la protección de la piel y de la vista. También participa en la
elaboración de enzimas en el hígado y de hormonas sexuales y suprarrenales. El
consumo de alimentos ricos en vitamina A es recomendable en personas propensas
a padecer infecciones respiratorias, problemas oculares o con la piel seca y
escamosa
Alimentos ricos en vitamina A: vísceras de
animales, zanahorias, espinacas cocidas, perejil, mantequilla o boniatos. La
cantidad diaria recomendada es de entre 800 y 1000 microgramos. Los productos
de casquería contienen 5.800 microgramos de retinol por cada 100 gramos, por lo
que es conveniente no abusar de estos alimentos.
Vitamina D - (calciferol): es esencial para
favorecer la absorción de calcio y fósforo. Como se forma en la piel por la
acción de los rayos ultravioleta, si se toma el sol de vez en cuando, no será
necesario buscar un aporte extra en la dieta.
Los alimentos que contienen más vitamina D son las sardinas,
los boquerones, el atún, el bonito, los quesos grasos, la margarina, los
champiñones y los huevos. La cantidad diaria recomendada al día está entre los
5 y 10 microgramos.
Vitamina E - (tocoferol): aunque siempre han
existido dudas acerca de las funciones de esta vitamina, parece ser importante
en la reproducción de algunos animales y previene el aborto espontáneo. También
es antioxidante, es decir, evita que se oxiden las membranas celulares,
permitiendo una buena nutrición y la regeneración de los tejidos. Su déficit
puede ocasionar anemia, destrucción de los glóbulos rojos de la sangre,
degeneración muscular y desórdenes en la reproducción. Un exceso de vitamina E
puede dar lugar a trastornos metabólicos. En la cocción se destruyen parte de
los aportes de tocoferol de los alimentos. También hay que evitar tomarla a la
vez que suplementos de hierro, porque ambos interactúan y se destruyen.
Los alimentos que contienen más vitamina E: El
aceite de girasol, de maíz, de soja o de oliva, el germen de trigo y de maíz,
los frutos secos, el coco y la margarina.
Vitamina K - (antihemorrágica): su principal
función es favorecer la coagulación de la sangre. Es muy difícil que los
adultos no puedan proveerse de esta vitamina, pero puede darse carencia en
tratamientos prolongados con antibióticos.
Los alimentos que contienen vitamina K Las hojas de los
vegetales verdes y en el hígado de bacalao, pero normalmente se sintetiza en
las bacterias de la flora intestinal.
Vitamina F - (ácidos grasos esenciales): no se
trata de una verdadera vitamina, sino que se utiliza esta denominación para
englobar a los ácidos grasos insaturados y que tienen en común que deben ser
aportados en la dieta porque el organismo no puede sintetizarlos. No actúan
como sustancias activas que reaccionan con otros compuestos como el resto de
las vitaminas, sino que pasan a formar parte de las membranas celulares como
elementos estructurales. También participan en el transporte de oxígeno por la
sangre, regulan la coagulación, y dispersan el colesterol depositado en las
venas, además de nutrir todas las células de la piel. Se dividen en dos grupos
o series: la serie omega 3 y la omega 6. La primera está presente en los
aceites vegetales vírgenes (aunque se destruyen con el calor), las semillas de
girasol, los frutos secos y los aguacates. La serie omega 6 se encuentra en los
pescados grasos.
Vitaminas Hidrosolubles
El otro grupo de vitaminas son las hidrosolubles, llamadas
así porque se disuelven en el agua y, por tanto, pueden pasar al agua del
lavado o de la cocción de los alimentos. A diferencia de las vitaminas
liposolubles, éstas no se almacenan en el organismo y, por tanto, es
indispensable una aportación regular de esta vitamina. El exceso de vitaminas
hidrosolubles se excreta por la orina, por lo que no tienen efecto tóxico por
elevada que sea su ingesta.
Vitamina C - (ácido ascórbico): La vitamina C es
antioxidante y participa en la asimilación de ciertos aminoácidos, del ácido
fólico y del hierro. La vitamina C, además, contrarresta las intoxicaciones del
hígado y los efectos nocivos de los nitratos (pesticidas) en el estómago. La
carencia de esta vitamina produce cansancio, irritabilidad y dolor en las
articulaciones. Las necesidades de ácido ascórbico son mayores en las
embarazadas, fumadores y en personas estresadas o con ansiedad.
Es muy sensible a la luz, a la temperatura y al oxígeno del
aire. Un zumo de naranja natural pierde su contenido de vitamina C a los 15 ó
20 minutos de haberlo preparado, y también se pierde en las verduras cuando son
cocinadas. Por ser una vitamina soluble en agua apenas se acumula en el
organismo, por lo que es importante un aporte diario.
Alimentos donde se encuentra la vitamina C: Se
encuentra casi exclusivamente en los vegetales frescos (sobre todo el kiwi y
los cítricos).
Vitamina H - (biotina): interviene en la
formación de la glucosa a partir de los carbohidratos y de las grasas. Es muy
poco probable la carencia de esta vitamina en la dieta.
Alimentos donde se encuentra la vitamina H: Se
halla presente en muchos alimentos, especialmente en los frutos secos, frutas,
leche, hígado y en la levadura de cerveza. También se produce en la flora
intestinal.
Vitamina B1 - (tiamina): La carencia se
manifiesta en forma de trastornos cardiovasculares (brazos y piernas
'dormidos', sensación de opresión en el pecho), alteraciones neurológicas o
sensación de cansancio, pérdida de concentración, irritabilidad o depresión. El
tabaco y el alcohol reducen la capacidad de asimilación de esta vitamina, por
lo que las personas que beben, fuman o consumen mucho azúcar necesitan consumir
productos ricos en vitamina B1.
Alimentos donde se encuentra la vitamina B1: la
principal fuente de vitamina B1 y del resto del grupo B deberían ser los
cereales y granos integrales, pero el uso generalizado de la harina blanca y
cereales refinados ha dado lugar a que exista un cierto déficit entre la
población de los países desarrollados.
Vitamina B2 - (riboflavina): participa en los
procesos de respiración celular, desarrollo del embrión y mantenimiento de la
envoltura de los nervios. También ayuda al crecimiento y la reproducción, y mejora
el estado de la piel, las uñas y el cabello.Su carencia se puede observar en
lesiones de la piel, las mucosas y los ojos. Suelen ser deficitarios los
bebedores o fumadores, y las personas que siguen una dieta vegetariana estricta
(sin huevos ni leche) y no toman suplementos de levadura de cerveza o germen de
trigo.
Alimentos donde se encuentra la vitamina B2: Está
presente en carnes, pescados y alimentos ricos en proteínas como los frutos
secos, las lentejas, el queso, los champiñones o el coco.
Vitamina B3 - (niacina): permite metabolizar los
hidratos de carbono, las grasas y las proteínas. Es poco frecuente encontrarnos
con estados carencialesmamos, sin embargo, en países subdesarrollados, donde el
maíz o el sorgo son la base de la alimentación, puede aparecer la pelagra, una
enfermedad caracterizada por dermatitis, diarrea y demencia. Los preparados a
base de niacina no suelen tolerarse bien, ya que producen enrojecimiento y
picores en la piel.
Los alimentos ricos en vitamina B3 (niacina) son la levadura
de cerveza, el salvado de trigo, el hígado de ternera, el germen de trigo,
frutos secos, harina y pan de trigo integrales, arroz integral y las setas.
Vitamina B5 - (ácido pantoténico): facilita el
metabolismo celular como coenzima en la liberación de energía a partir de las
grasas, proteínas y carbohidratos. Su carencia provoca despistes, apatía,
alergias y casancio.
Alimentos donde se encuentra la vitamina B1: Se
encuentra en una gran cantidad y variedad de alimentos, aunque los más ricos en
este ácido son las vísceras, la levadura de cerveza, la yema de huevo y los
cereales integrales.
Vitamina B6 - (piridoxina): resulta es esencial
en la metabolización de las proteínas y está presente en casi todos los
alimentos, por lo que es muy raro que existan carencias. A veces se indica para
la regeneración del tejido nervioso, en los tratamientos con radioterapia y
contra el mareo en los viajes.
Vitamina B12 - (cobalamina): es fundamental en
la formación de glóbulos rojos y para el crecimiento corporal y regeneración de
los tejidos. El déficit da lugar a 'anemia perniciosa' (palidez, cansancio,
etc.), pero a diferencia de otras vitaminas hidrosolubles se acumula en el
hígado, por lo que hay que estar periodos muy largos sin la vitamina B12 para
que se produzcan insuficiencias.
Alimentos donde se encuentra la vitamina B12: Los
alimentos de origen animal son los que más cobalamina tienen. También la flora
bacteriana del intestino grueso puede producirla en cantidades suficientes.
Carencias e hipervitaminosis
Una dieta equilibrada suele ser suficiente para obtener las
vitaminas necesarias. No se debe abusar de complejos vitamínicos y menos aún
sin vigilacia médica, ya que pueden provocar hipervitaminosis. A pesar de que
la Seguridad Social no financia estos productos, los españoles se gastan en
estos medicamentos alrededor de 31 millones de euros al año. El acceso a estos
suplementos vitamínicos es sencillo porque no precisan receta médica.
Carencias
Si una persona tiene carencia de vitaminas suele reflejarse
en muestras de decaimiento, anorexia, tristeza, lloro fácil, cambios de humor,
pero siempre es mejor cerciorarse científicamente con un análisis de sangre.
Existen situaciones de riesgo en las que las carencias de
vitaminas pueden ser peligrosas. Por eso, durante el embarazo, los expertos
recomiendan tomar ácido fólico para prevenir las anomalías del tubo neural, así
como hierro y calcio (minerales) para combatir la anemia gestacional. En el
caso de los niños y adolescentes, necesitan más calcio y más vitamina D para
los huesos. También las personas mayores suelen necesitar suplementos
vitamínicos.
Excesos
Por otro lado, la ingestión de un exceso de vitaminas puede
producir hipervitaminosis, sobre todo en los niños, ya que suele ser frecuente
que los médicos alerten sobre la costumbre de algunas madres de dar a sus hijos
vitamina C y A por su cuenta y sin control. Una de las peores consecuencias de
administrar demasiadas vitaminas es la hipervitaminosis D, una patología que se
manifiesta en una progresiva pérdida del apetito, con apatía, trastornos
digestivos, náuseas, vómitos frecuentes y estreñimiento.
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