sábado, 1 de noviembre de 2014


EL VALOR DE LA SAL NATURAL

Si el agua es nuestro alimento más importante, la sal ocupa el segundo puesto. Ésto se refiere a todas las formas naturales de sal, que pueden ser sal de cristal, sal gema o sal de mar.
Vitaminas y proteínas no las encontraremos ni en el agua ni en la sal. Sin embargo es posible que de agua y sal se formen vitaminas y sustancias albuminoideas en combinación con la energía de la luz. ¡Puede formarse vida!
He aquí el valor de la solución salina natural. Una carencia de elementos naturales de la sal puede llevarnos a enfermar. Hay un gran número de personas que padecen una carencia de sal y al mismo tiempo están sobresaturadas de cloruro sódico (sal común o industrial).
La media de nuestro consumo diario de cloruro sódico está entre 12 y 20 gramos. Pero nuestro cuerpo solamente es capaz de expulsar entre 5 y 7 gramos por vía renal, dependiendo de la edad y constitución de la persona. Así que nuestro cuerpo, como primera medida de autoayuda, recurre al intento de aislar este cloruro sódico excesivo. La consecuencia son edemas excesivamente acidulados, la llamada celulitis. El cuerpo necesita 23 veces más cantidad de agua celular por cada gramo de cloruro sódico que no podemos expulsar. Si la concentración de cloruro sódico sigue siendo demasiado alta, la sal se une con el ácido úrico no expulsado y vuelve a cristalizar, pero esta vez dentro de nuestro cuerpo. La consecuencia son sedimentaciones en partes de los huesos y articulaciones. Muchas de la enfermedades reumáticas, de cálculos renales o biliares se deben a la combinación de cloruro sódico con ácido úrico.
El comienzo de un proceso de envenenamiento.
Las sales naturales no son sustancias terapéuticas, porque de lo contrario, cualquier tomate serviría como medio terapéutico. La sal natural es un  limento necesario para mantener todas las funciones vitales. Su estructura no es molecular, sino eléctrica. No hace falta que nuestro cuerpo la transforme, es decir, que la estabilice.
Sal siempre es sal, y en su forma ionizada, como solución salina, está disponible dentro de nuestro cuerpo hasta en el cerebro. La forma ionizada de los elementos que contiene la sal es necesaria hasta para los procesos más sencillos. Sin la conductividad de la sal no seríamos capaces de tener ni un solo pensamiento.
En la sal de cristal encontramos pues, lo que posiblemente nos esté faltando, que es poder emitir señales de patrones de frecuencia altamente ordenados y su disponibilidad bioquímica para procesos físicos en nuestro cuerpo.
Debido a la combinación de agua y sal en solución salina cambia la estructura geométrica del agua y también la de la sal. Algo nuevo se ha formado, un tipo de tercera dimensión, que ahora ya no es ni agua ni sal. Se ha formado una solución salina de sal cristalina.
Ella ayuda en el transporte de las sustancias alimenticias dentro de nuestro cuerpo, optimiza la expulsión de proteínas animales difícilmente degradables y contribuye a una regulación natural de la circulación de la sangre y a una desintoxicación general. La solución salina también es un medio excelente para equilibrar el balance de ácidos y bases.
Prácticamente no existe ningún campo de aplicación donde unas cuantas gotas de solución de sal de cristal no fomenten la eliminación de sustancias nocivas y la curación. La calidad de la solución salina y su aplicación regular son decisivas, no la cantidad. Hay sal de cristal en varias regiones de la tierra, pero la sal del Himalaya posee unas estructuras cien veces más ordenadas y en una forma única hasta la fecha.
Aunque usted no corre peligro de intoxicarse con una solución salina de sal cristalina (cosa que con cloruro sódico sí sería posible), es más eficaz cuando se toma en pequeñas y regulares dosis acompañada de una cantidad suficiente de buen agua de manantial o de agua pura y  nergéticamente valiosa. El efecto terapéutico ideal lo conseguirá con una cantidad de agua potable equivalente a 35 ml por kilo de peso corporal. Aparte de las muchas diferentes posibilidades de aplicaciones interiores y exteriores, se puede por ejemplo aumentar el valor de cualquier bebida, tanto en sabor como en contenido, añadiéndole unas gotas de solución salina preparada. Es la dosificación regular con unas pocas gotas de la solución de sal cristalina la que es capaz de compensar las deficiencias.
Es muy fácil hacer la solución salina a partir de sal de cristal:
Coja un vaso con tapa y deposite en él un trozo de sal de cristal. Ahora vierta encima agua de manantial de alta calidad o agua activada. Al cabo de una hora usted habrá obtenido una solución salina lista para consumir.
Ahora tome, repartido a lo largo del día, algo de esta solución salina junto con una cantidad Suficiente de agua. Lo mejor es empezar por la mañana, tomando en ayunas una cucharadita de solución salina y un vaso de agua.
Para obtener un buen resultado terapéutico es recomendable repetir este proceso una o dos veces más a lo largo del día.
Especialmente efectiva resulta la siguiente aplicación: compre un frasco con cuentagotas y llénelo con la solución salina. Los líquidos que vaya a beber a lo largo del día los podrá mejorar  añadiéndoles una o dos gotas de solución salina del frasco. Café, refrescos, agua, zumos de fruta, todo se volverá más digerible y sabrá mejor. Pequeñas cantidades de sal de cristal funcionan como un riel, sobre el cual, al parecer, se procesan mejor las sustancias alimenticias.
El que quiera renunciar completamente a otros tipos de sal, también puede emplear sal de cristal molida para sazonar sus alimentos. Esto aumenta la calidad de los alimentos. E incluso ya es posible encontrar en el mercado condimento en forma molida y granulado para molinos de sal, o también para bolsas tipo cataplasma que se calientan para aplicaciones externas. Aplicaciones preferidas son la combinación de sal de cristal con un buen aceite de masaje o emplear la sal para un baño.

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