EL VALOR DE LA SAL NATURAL
Si el agua es nuestro alimento
más importante, la sal ocupa el segundo puesto. Ésto se refiere a todas las
formas naturales de sal, que pueden ser sal de cristal, sal gema o sal de mar.
Vitaminas y proteínas no las
encontraremos ni en el agua ni en la sal. Sin embargo es posible que de agua y
sal se formen vitaminas y sustancias albuminoideas en combinación con la
energía de la luz. ¡Puede formarse vida!
He aquí el valor de la solución
salina natural. Una carencia de elementos naturales de la sal puede llevarnos a
enfermar. Hay un gran número de personas que padecen una carencia de sal y al
mismo tiempo están sobresaturadas de cloruro sódico (sal común o industrial).
La media de nuestro consumo
diario de cloruro sódico está entre 12 y 20 gramos. Pero nuestro cuerpo
solamente es capaz de expulsar entre 5 y 7 gramos por vía renal, dependiendo de
la edad y constitución de la persona. Así que nuestro cuerpo, como primera
medida de autoayuda, recurre al intento de aislar este cloruro sódico excesivo.
La consecuencia son edemas excesivamente acidulados, la llamada celulitis. El
cuerpo necesita 23 veces más cantidad de agua celular por cada gramo de cloruro
sódico que no podemos expulsar. Si la concentración de cloruro sódico sigue siendo
demasiado alta, la sal se une con el ácido úrico no expulsado y vuelve a
cristalizar, pero esta vez dentro de nuestro cuerpo. La consecuencia son sedimentaciones
en partes de los huesos y articulaciones. Muchas de la enfermedades reumáticas,
de cálculos renales o biliares se deben a la combinación de cloruro sódico con
ácido úrico.
El comienzo de un proceso de
envenenamiento.
Las sales naturales no son sustancias
terapéuticas, porque de lo contrario, cualquier tomate serviría como medio
terapéutico. La sal natural es un limento
necesario para mantener todas las funciones vitales. Su estructura no es
molecular, sino eléctrica. No hace falta que nuestro cuerpo la transforme, es
decir, que la estabilice.
Sal siempre es sal, y en su forma
ionizada, como solución salina, está disponible dentro de nuestro cuerpo hasta
en el cerebro. La forma ionizada de los elementos que contiene la sal es
necesaria hasta para los procesos más sencillos. Sin la conductividad de la sal
no seríamos capaces de tener ni un solo pensamiento.
En la sal de cristal encontramos
pues, lo que posiblemente nos esté faltando, que es poder emitir señales de
patrones de frecuencia altamente ordenados y su disponibilidad bioquímica para
procesos físicos en nuestro cuerpo.
Debido a la combinación de agua y
sal en solución salina cambia la estructura geométrica del agua y también la de
la sal. Algo nuevo se ha formado, un tipo de tercera dimensión, que ahora ya no
es ni agua ni sal. Se ha formado una solución salina de sal cristalina.
Ella ayuda en el transporte de
las sustancias alimenticias dentro de nuestro cuerpo, optimiza la expulsión de
proteínas animales difícilmente degradables y contribuye a una regulación
natural de la circulación de la sangre y a una desintoxicación general. La
solución salina también es un medio excelente para equilibrar el balance de
ácidos y bases.
Prácticamente no existe ningún
campo de aplicación donde unas cuantas gotas de solución de sal de cristal no
fomenten la eliminación de sustancias nocivas y la curación. La calidad de la
solución salina y su aplicación regular son decisivas, no la cantidad. Hay sal de
cristal en varias regiones de la tierra, pero la sal del Himalaya posee unas
estructuras cien veces más ordenadas y en una forma única hasta la fecha.
Aunque usted no corre peligro de
intoxicarse con una solución salina de sal cristalina (cosa que con cloruro
sódico sí sería posible), es más eficaz cuando se toma en pequeñas y regulares
dosis acompañada de una cantidad suficiente de buen agua de manantial o de agua
pura y nergéticamente valiosa. El efecto
terapéutico ideal lo conseguirá con una cantidad de agua potable equivalente a
35 ml por kilo de peso corporal. Aparte de las muchas diferentes posibilidades
de aplicaciones interiores y exteriores, se puede por ejemplo aumentar el valor
de cualquier bebida, tanto en sabor como en contenido, añadiéndole unas gotas
de solución salina preparada. Es la dosificación regular con unas pocas gotas
de la solución de sal cristalina la que es capaz de compensar las deficiencias.
Es muy fácil hacer la solución
salina a partir de sal de cristal:
Coja un vaso con tapa y deposite
en él un trozo de sal de cristal. Ahora vierta encima agua de manantial de alta
calidad o agua activada. Al cabo de una hora usted habrá obtenido una solución
salina lista para consumir.
Ahora tome, repartido a lo largo
del día, algo de esta solución salina junto con una cantidad Suficiente de
agua. Lo mejor es empezar por la mañana, tomando en ayunas una cucharadita de
solución salina y un vaso de agua.
Para obtener un buen resultado
terapéutico es recomendable repetir este proceso una o dos veces más a lo largo
del día.
Especialmente efectiva resulta la
siguiente aplicación: compre un frasco con cuentagotas y llénelo con la
solución salina. Los líquidos que vaya a beber a lo largo del día los podrá
mejorar añadiéndoles una o dos gotas de
solución salina del frasco. Café, refrescos, agua, zumos de fruta, todo se
volverá más digerible y sabrá mejor. Pequeñas cantidades de sal de cristal
funcionan como un riel, sobre el cual, al parecer, se procesan mejor las
sustancias alimenticias.
El que quiera renunciar
completamente a otros tipos de sal, también puede emplear sal de cristal molida
para sazonar sus alimentos. Esto aumenta la calidad de los alimentos. E incluso
ya es posible encontrar en el mercado condimento en forma molida y granulado
para molinos de sal, o también para bolsas tipo cataplasma que se calientan
para aplicaciones externas. Aplicaciones preferidas son la combinación de sal
de cristal con un buen aceite de masaje o emplear la sal para un baño.
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